Es difícil imaginar todo lo que está en juego. ¿Termina el Antropoceno rápidamente, con una explosión o una efervescencia? ¿Cómo es posible que evolucione, de vuelta a un sistema equilibrado? En El Salto el antropoceno ya nos tocó la puerta los desastres ya están aquí. Se han convertido en parte de nuestra vida cotidiana, de nuestra realidad o quizá nos hemos vuelto parte del desastre.
¿Cómo se puede volver a dar sentido a un lugar y ver sus potenciales poéticos cuando uno se percibe a sí mismo como si ya estuviera respirando el Antropoceno?
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